Seguidores♥

martes, 31 de enero de 2012

"«Adiós.
Bueno, pues como dice el título, vengo a despedirme. Han sido unos años maravillosos, y estando a tu lado muchísimo mejores. No te olvidarás de mi, ¿verdad? :), de todas nuestras risas, tonterías y demás...Todo eso es inolvidable, o al menos para mi. Te acordarás de esos momentos, ¿no? ♥
Bueno que más...Te quiero mucho :) Eso nunca, pero nunca lo olvides, ¿vale? :')
Te amo, siempre lo haré. Fuiste y serás ALUCINANTE. No llores por gilipollas y mucho menos por alguien que no se lo merece. Porque tú, tampoco te mereces estar mal por esa...cosa. Te entiendo cuando dices que es imposible no hacerle caso y eso, porque si de verdad le quieres, haces lo que te pide (yo también lo haría) pero solo te pido que no estés mal, por favor. Porque si tu estás mal, yo tambien :( y no me gusta verte así. Bueno, no se que más decirte, solo quiero que sepas que aunque estés lejos, te seguiré queriendo. Porque ¿como tú? Muy pocas :)»
(Todo esto te lo diría si te fueras a Polonia para siempre.) Me daría mucha pena, ¿sabes? Bueno, aunque todo esto haya sido una caca, quiero que sepas que te quiero. Te doy las gracias por todo. Gracias por aceptarme como tu mejor amiga. Y sobre todo, gracias por ser así. Por ayudarme en todo lo que necesito. GRACIAS♥
                                                                                                   De tu amiga Laura."

Joder, en serio, te amo tanto... Yo tampoco se qué haría sin ti, amor. Las gracias te las doy yo a ti, porque si no te hubiera conocido, sería otra persona, otra persona más mierda, tú me haces mejor de lo que en realidad podría haber sido. Gracias a ti, por todo, por esos momentos, esas lágrimas de felicidad y esas risas. Te amo, yo tampoco te olvidaría cielo, nunca, eso ni lo dudes, te quiero demasiado como para que pudiera pasar eso. Siempre, aunque no físicamente, ya que la distancia es una jodida mierda y puede sorprendernos cualquier día, al menos en el corazón. Te quiero.

sábado, 21 de enero de 2012

Y todos los días un poco, no puedo evitar hacerme esas preguntas, que me atormentan. Así que allá voy.
¿Qué habría pasado si él no hubiera repetido curso?
¿Qué habría pasado si no me hubiera pedido que le ayudara en esa lámina de plástica?
¿Qué habría pasado si yo me hubiera negado a ir a su casa para ayudarle?
¿Qué habría pasado si cuando el me hubiera preguntado eso, le hubiera contestado que no?
¿Qué habría pasado si no hubiera quedado más veces con él?
¿Qué habría pasado si todas esas veces que me enfadaba con él, no lo hubieramos arreglado?
¿Qué habría pasado si comenzara a pasar de él, y no al contrario?
¿Qué habría pasado si hubiera dado un paso más en todo eso?
¿Qué habría pasado? Todo sería diferente, totalmente, él viviría su vida, y yo la mía, sin habernos conocido jamás, sin todos esos sufrimientos. A veces hubiera preferido no haberlo conocido, pero luego pienso en todos los momentos pasados con él, y me doy cuenta, de que vale la pena pasarlo mal, habiendo pasado todo eso con él; de que aunque ahora ni nos miremos, se que él tambien se acordará de todo eso y me basta. Se que puedo decirle sinceramente que lo amé de verdad, como no me pasó nunca con nadie.
Mentiras. Una detrás de otra. Eso es lo que hacías en cuanto abrías la boca. Y yo, una ingénua de mierda, te las creí TODAS. Promesas inútiles, sueños imposibles de cumplir, mentiras, dolor, vacío. Así es como me siento; sola en medio de un montón de gente, algunos que me quieren, otros que me odian, otros que me admiran y otros que me desprecian, pero al fin y al cabo, gente.
Y yo no puedo reprimir esa sensación de olvido, de desesperación, de tristeza y soledad. Ya no sale ninguna sonrisa verdadera de mi rostro, todo es falsedad, para que la gente no se preocupe, porque...Si me preguntan, ¿qué contestaría? Olvídalo, estoy enamorada. Y dirían...¿Y eso que tiene de malo? Pues que si no eres correspondido, o si te han traicionado el corazón, es lo peor del mundo. 

martes, 17 de enero de 2012

E L   A M O R   E S   I R R A C I O N A L.
Una cosa es e s t a r feliz en un momento dado, y otra muy diferente, s e r feliz.
Me dije que no, con tristeza, y me recordé a mí misma que el amor es irracional. Cuanto más quieres a alguien, menos lógica tiene todo.
Me arrepiento muchísimo no haber hecho ciertas cosas, debí haberlas hecho cuando podía, pero no es mi culpa, o tal vez si, no pensar en el futuro, sino solo en el presente, porque pienso que ese algo va a repetirse más veces, sin embargo, más tarde me doy cuenta de que nunca más tendré ocasión de hacer eso que tanto quería. Arriesgué demasiado, pensando en que volvería a pasar, como las otras muchas veces, pero esta vez me equivoqué, y no voy a tener ocasión de arreglar ese fallo. Es desesperante la sensación de decepción, agonía y dolor.

miércoles, 11 de enero de 2012

Siento que he cambiado. Que he madurado, aunque sea un poco. Ya no me hacen ilusión ni la mitad de cosas que hace un año me hacían. Cuando veo unos columpios, ya no me tiro hacia ellos como una posesa, ya no me hacen gracia las mismas cosas, tengo miedo, si. No quiero crecer, quiero quedarme estancada con esta edad, dicen que a los 15 es cuando mejor te lo pasas, que es una edad muy buena y esas cosas, ¿entonces para qué crecer más? ¿Para que me dejen de hacer gracia aún más cosas? ¿Para que ya no me ilusione casi ninguna tonteria? No gracias. Prefiero ser una adolescente de 15 años, porque si con 15 años tengo todos estos problemas, ya ni me imagino con 16 o 17. Simplemente no quiero tener que tomar más decisiones, esto me cansa. Quiero volver a reirme por tonterías, y así poder corregir los errores que estoy cometiendo ahora.

martes, 10 de enero de 2012

Y una vez más he roto mi promesa. Creía que ya no la iba a romper nunca más, pensaba que podía cumplirla, pero hoy acabo de ver que no era verdad. Una vez empecé a pensar en ti, en todos los momentos compartidos, no pude más que soltar un llanto y romper a llorar, cada vez iba en aumento a medida que recordaba más y más cosas. Yo no puedo decir que soy una persona fuerte; no, no lo soy, soy demasiado débil; yo no puedo decir que de tanto tiempo siendo fuerte, tenía que acabar llorando, no. Yo no soy así, soy demasiado sensible, fallo mío.



Lo que más me duele de todo esto, no es que echo de menos tus besos, aunque tengo que admitir que si que lo hago, pero lo que más me duele aún, es recordar esa tarde. No la última que estuve contigo, sino la anterior, cuando estábamos en tu casa, haciendo como que hacíamos los deberes de Francés, esperando a que tu madre se fuera, me acuerdo muy bien de ese día, y dudo que lo pueda olvidar; cuando tardaba tanto en irse, y empezábamos a ponernos nerviosos, tú cagándote en la puta, y yo riéndome, luego cuando empezamos a escribirnos notitas en la misma hoja de deberes, preguntando si se iba a ir por fin o no, me pregunto que habrá sido de esa hoja; cuando por fin dijo que se iba, pero al final no, y tu empezando a contestarle, y yo estaba ahi haciéndote señas para que pararas, dandote patadas por debajo de la mesa, o cuando te pusistes a mi lado esa tarde, y me distes la mano por debajo de la mesa, una estampida de mariposas pasó por mi estómago, nos sonreímos mutuamente, y yo estaba en la gloria. Me duele muchísimo, no sabes cuanto, pensar que cuando hacías todo eso, no sentías NADA por mi, ni un poco, estoy segura de ello. 
No echaré tanto de menos los recuerdos de tus besos, recordaré con dolor cuando me cogías y acariciabas la mano, o cuando me abrazabas, cuando creía que al menos te gustaba un poco. Esto no son más que recuerdos, recuerdos de cuando era feliz, muy feliz; dudo mucho que vuelva a sentir algo parecido pronto, pasará mucho tiempo hasta que lo consiga, esa felicidad plena. Es triste, mucho.





domingo, 8 de enero de 2012

El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mi.

sábado, 7 de enero de 2012

Yeah
Llegó la hora de disfrutar. Se acabó el sufrimiento, las dudas, las horas llorando por alguien que no se lo merece, por alguien que nunca lloraría por tí, que ni siquiera pensaría en hacerlo
Sonríe; que vea que no dependes de él, que no le necesitas para ser feliz. Salta, baila, canta, corre, ríe, abraza, besa. Se feliz. Si hace falta, haz alguna tontería, alguna locura, y no pienses demasiado en lo que vayan a pensar los demás. 
Solo importa tu felicidad, es la única que está en juego, asi que ni te lo pienses dos veces, y haz todo eso que siempre quisiste hacer.
Cuando pases al lado de esa guarra que tanta rabia le tienes, guiñale el ojo y suelta una carcajada, que vea lo feliz que eres; abraza a tus amigas, que se queden sin aire; cuando estés feliz, salta y grita. 
Piensa que todos piensan en si mismos, asi que haz tu lo mismo contigo misma, tú por delante de todo y de todos.
—Me gustaría pedirte un favor, a pesar de todo, si no es demasiado— dijo.
Me pregunté qué vería en mi rostro para que el suyo se descompusiera al mirarme, pero logró controlar las facciones y recuperar la máscara de serenidad antes de que yo fuera capaz de descubrirlo.
—Lo que quieras— prometí, con la voz ligeramente más fuerte.
Sus ojos helados se derritieron mientras le miraba con una intensidad sobrecogedora.
—No hagas nada desesperado o estúpido— me ordenó sin mostrarse distante—¿Entiendes lo que te digo?
Asentí sin fuerzas.
Sus ojos se enfriaron y volvió a mostrarse distante.
—Te haré una promesa a cambio— dijo— Te garantizo que no volverás a verme. No regresaré ni volveré a hacerte pasar por todo esto. Podrás retomar tu vida sin que yo interfiera para nada. Será como si nunca hubiese existido. 

viernes, 6 de enero de 2012



Simplemente me he cansado de ser la tonta en esta historia. Ya no voy a permitir que juegues conmigo de esa forma. Por mucho que me duela, lo conseguiré. Estos días que se avecinan van a ser difíciles; sufriré, si; lloraré, tambien; pero al final lo conseguiré, podré decir tranquilamente y con una sonrisa en la cara que te he olvidado, que ya no siento absolutamente nada por ti; cuando te mire a la cara, no me perderé ni en tus ojos, ni en tu sonrisa preciosa; no, no lo haré, serás uno más del montón, no el único, como ahora. Simplemente habrás perdido a una gilipollas que iba detrás tuya, que en cuanto decías de quedar, iba. Se acabará todo esto, cariño. Y puede que hasta llegue un momento en que te arrepientas de ser tan capullo, me mires y empieces a sentir cosas por mi, esas mismas que yo he estado sintiendo por ti durante casi un año entero hasta ahora; te dolerá saber que lo que por ti siento es una total indiferencia, ahora no, pero en un tiempo si. Ahora me importas demasiado, pero lo conseguiré, ya verás. Tus palabras me duelen demasiado, y las últimas que pronunciaste más aún, me entran ganas de llorar, de gritar, y finalmente de ir dondequiera que estés y pegarte un par de ostias bien dadas, pero bueno, al menos ya me he desahogado con todo lo que pienso sobre ti en ese mensaje privado, ya me da igual que no me lo contestes, que hayan pasado exactamente 3 días desde que te lo escribí, aunque me jode tu indiferencia, muchisimo, si tanto te importara como tu decías hace unos días, me escribirías aunque sea un lo siento, una puta excusa, algo. Pero una vez más me has dado a entender que todo eso de que te importaba solo eran excusas para liarte conmigo, de que te importaba y esas mierdas, simplemente, ya paso de ti. 
¿Sabes el problema de todo esto? Que en cuanto pase el puto umbral de la puerta de clase, y te vea, toda esa fuerza, todas esas decisiones que estoy tomando ahora, se irán, como un suspiro, como un beso, a la mierda. Pero te juro que esta vez seré fuerte, olvidarte, borrarte de mi vida será lo más dificil que he hecho jamás en mi vida, pero las conseqüencias valdrán la pena, ya no tendré miedo de que al besar a otro, tenga tu cara en mi mente, ni que al pensar en el otro, me lo imagine con tu cuerpo y tu cara. Valdrá la pena, ya verás.

martes, 3 de enero de 2012

¿Y ahora cómo le digo a mis labios que no van a volver a encontrarse nunca más con los tuyos?

—¿Qué es lo que realmente esperas de mí?
—Que dentro de muchos años, cuando te mire, aún me sigas poniendo nerviosa.