Seguidores♥

lunes, 30 de abril de 2012

Cuando mi única preocupación era que mi castillo de arena fuera el mejor, cuando no pensaba en nada, solo hacía mis deberes, mis sumas, restas, multiplicaciones, y divisiones. Cuando aprendí a leer y todo lo que me costó. Cuando las tardes se trataban de estar en el parque jugando con mis amigas, imaginando mil y una historias, cuando los únicos nervios que sentía eran porque no sabía lo que me iba a regalar 'Papá Noel', o qué me iban a regalar por mi cumpleaños. Cuando las únicas penas que sentía era porque no me compraban algo, o no querían jugar conmigo. No esto, nadie me enseñó que la vida se iría complicando, que las sumas y restas se convertirían en ecuaciones, razones trigonométricas y funciones. Que las tardes de juegos con mis amigas se convertirían en tardes estudiando. Que los nervios no solo serían causados por exámenes, sino también por tíos, si, esos niños que me estiraban del pelo y me hacían rabiar cuando era pequeña. Que no me pondría triste porque no me regalaran algo, sino por perder a personas importantes en mi vida, o simplemente que me empiecen a ignorar. No me advirtieron de nada de esto, por eso ahora no paro de tropezar con piedras y más piedras. Lo que daría yo por volver a esa época de felicidad e ignorancia.

miércoles, 25 de abril de 2012


¿Sabes cuál es el problema? Que esto no es una maldita película de amor. Esto es la vida real, o jodes, o te joden. No te hagas ilusiones, como en las películas, él no va a volver y decirte que te ama. Si acaso, te mirará cuando no le mires, con desprecio, y en cuanto sientas su mirada y te gires para verle, la apartará. No te creas nada de lo que te digan, porque hasta el más fiel amigo te puede traicionar. Se van los que más quieres, se quedan los que quieres que desaparezcan. No pretendo hundirte, es más, solo intento hacerte ver, que como todos dicen, la vida es muy puta, y que solo serás feliz si aprendes a follártela. A veces soy pesimista, ¿pero sabes quiénes son los pesimistas? Los pesimistas son optimistas con experiencia. Tarde o temprano te darás cuenta de que cuanto más esperes a que alguien aparezca, más tarde llegará; cuanto más esperes ser feliz, menos lo serás. No esperes nada, esperar duele. 

domingo, 22 de abril de 2012

Se acabó eso de ser una ingenua de mierda, ya no confío en nada ni en nadie. 
Si hay algo que realmente no soporto es que todavía haya tíos que te dejen mal, te hagan daño, te jodan, solo por quedar bien delante de ellos mismos. Y como tengo tanta suerte en la vida, ya me han tocado dos así, de los pocos con los que he estado. A veces parece que sea gafe, pero luego pienso y se que no es ser gafe, es una cosa que yo misma me busco, es como un juego estúpido, que sabes que vas a perder, y lo único que haces es apostar más y más, aun así sabiendo que te estás equivocando, que no estás actuando bien. 
Antes pensaba que valía la pena pasarlo mal después de haber pasado un par de recuerdos bonitos, y baratos, ya que no eran más que mentiras. Pero poco a poco, voy viendo mis estúpidos errores, bastante tarde. 
Puede que haya una posibilidad entre mil, de que te arrepientas de lo que has hecho, de tus actos, cuando no tengas a nadie que me iguale. Pero cuando vengas a mi, y me pidas perdón, que se que no va a ser así, yo no podré perdonarte, no después de esto. Te has pasado, los errores se perdonan, pero de ese nivel, no.
Siempre que me tirabas a ese pozo, volvías más tarde con una escalera, y me sacabas. Volvía a ver el color del cielo, volvía a vivir. Esta vez, no has vuelto, te he estado esperando en este agujero negro, y no has vuelto, lo único que has hecho ha sido dejarme aquí, y tapar la salida con una gran piedra. 
Un minuto de silencio por todo ese tiempo que perdimos juntos, y que no volverá nunca. Un tiempo que has encerrado y abandonado en ese pozo, junto a mi.

viernes, 20 de abril de 2012

Nunca me había sentido así. Ha habido veces que sentía nervios, otras veces sentía rabia, y otras me sentía triste. Pero hoy, hoy siento todo eso junto.
También impotencia y ganas. Impotencia porque no puedo hacer nada para remediarlo, y ganas de ir, acercarme a ti y darte una buena ostia. Pero no soy capaz. Nunca había sentido tanta rabia acumulada. Todo, todo mentira, absolutamente todo. Cada vez que te perdonaba, volvíamos a discutir, y cada vez me hacías más daño, hasta hoy. Ya no puedo estar más rota. Has acabado conmigo, jaque mate. Me has destrozado. Es como si me hubieras matado con tus palabras, cada una más dolorosa que la anterior. Eres una de esas personas que no hacen más que hacer daño. No te mereces nada, ni la más mínima mierda, y mucho menos ser feliz. No te lo mereces, joder. Los que más daño hacen son los que mejor vida tienen. Esto no tiene lógica, mi vida tampoco la tiene, ya no.

domingo, 15 de abril de 2012

Hablemos de merecimientos, de derechos. Hablemos de vosotros, también de ti y de mi, y si me permites, de nosotros, ¿qué te parece?
Ella no te merece, ya que siempre que te tenía o te tiene, no eres lo primero, no eres lo más importante. Discutir está bien, claro que si, pero no cada 5 minutos, ¿no crees? Discutir si, pero lo justo y necesario.
Yo no te merezco, ya que me merezco a alguien mucho mejor, alguien que se preocupe por mi, que cuando me tenga, no se fije en ninguna otra, y todas esas cosas que tú hacías, que hacían que me mereciera a alguien mejor.
¿Y tú? ¿Qué pasa contigo? Tú no me mereces... yo te quiero demasiado, yo creo que la que más lo hace soy yo. Y por eso te lo digo, no te mereces a alguien que te quiera tanto, no, no tanto. Has cometido errores, como todo el mundo, pero es que lo tuyo ya pasa la barrera de lo normal, ¿es que acaso no lo ves? ¿es que acaso no sabes lo que quieres o qué te pasa? Esto es raro, eres raro. Y yo más, por quererte.

sábado, 14 de abril de 2012

No te necesito. Ya no tiemblo en cuanto me tocas. Ya no lloro por ti. Ya no pienso en ti a todas horas, solo cuando pronuncian tu nombre y nada más. Cuando te veo, te saludo y a continuación sigo mi camino. Otro a ocupado tu lugar, él me sabe apreciar, me sabe valorar, hace que me sienta como una princesa. Ahora son sus besos los que me enamoran, sus palabras las que me encantan, sus sonrisas las más importantes. Él es todo lo que tú no fuiste, hace todo lo que tú no hiciste, y lo hace de tal manera que mis problemas se esfuman, que todo lo mal que lo pasé contigo, lo mierda que me sentía, lo mal que me tratabas, hace que me olvide de todo eso. Lástima que todo esto sea mentira, y todavía no lo pueda decir sin mentir.

jueves, 12 de abril de 2012

No hagas nada. Siéntate a mi lado, en silencio. No, no digas nada. Sé que a ti el silencio te incomoda, todo lo contrario que a mi, pero por favor, no hables. Yo, totalmente opuesta a ti, prefiero quedarme tumbada encima tuya, cerrar los ojos, y escuchar los lentos latidos de tu corazón.—Vale, intento respirar tranquilamente, como haces tú. Te miro, me miras. Tu mirada expresa incomodidad, y un cierto toque de curiosidad. Me indicas con la mirada que continúe.—Se que no soy lo que buscas, que te va otro royo de tías, lo sé, créeme. Más habladoras, más atrevidas.—Bajo la mirada y los hombros, ya se me han quitado las ganas de hablar. Te acercas un poco más, me coges la mano y me la apretas. Vuelvo a levantar la mirada, y veo que tienes una suave sonrisa en la cara. Eso me anima un poco.—Lo que quería decirte es que no te obligo a que sigas viéndome, tírame de tu casa, dime que tienes cosas que hacer, que tu madre va a volver pronto, dímelo, no pasa nada, lo entenderé, ya estoy acostumbrada a este tipo de cosas. Lo último que quiero hacer es que pierdas tu tiempo con alguien que no mereces, con alguien que te aburre. No se si me entiendes. Tal vez llevemos demasiado tiempo viéndonos, pero te prometo que la única causa por la que sigo quedando contigo es porque te necesito, necesito tus abrazos, tus labios, y bueno, te necesito a ti en general.—Bajé la mirada, avergonzada. Vale, ya lo había dicho. Ahora vete, venga. Me levanto lentamente, y aparto mi mano de la suya, que todavía tenía agarrada. Y en silencio, paso por su oscuro pasillo de casa, hacia la puerta de salida. No me sigue. No me sigue. Ya se ha desecho de mi. Abro la puerta, me meto en el ascensor y apreto el botón B. Y es entonces cuando rompo a llorar, le doy un puñetazo al ascensor, y hace un ruido raro. Ya estoy abajo, pero no me apetece abrir la puerta. Me deslizo hacia abajo, y vuelvo a llorar. Venga tonta, levántate, sécate las lágrimas y sal de ahí de una maldita vez. Eso hago. Abro la puerta del ascensor, y de repente alguien me coge de la muñeca y me tira hacia atrás. No grito, ya que reconozco esas cosquillas en mi piel. Tengo la mirada en nuestros pies, y él me sube la cabeza hasta quedar el uno delante del otro, a pocos centímetros.—Venga tonta, sube a mi casa, anda, y que sea la última vez que dices esas tonterías ¿de acuerdo? Y no llores, por favor, no llores por mi, es lo último que quiero que hagas. Si alguna vez te hago daño, me odiaré por siempre, eso ni lo dudes.—Me coge la mano, esas cosquillas, esos escalofríos tan fantásticos no los cambiaría por nada del mundo. Y por primera vez en todo el día, sonrío. 
Todavía pienso en ti todas las noches, todavía cuando cierro los ojos siento tu mano recorriendo mi piel. Todavía necesito sentir tu respiración en mi boca, ver tus ojos a escasos milímetros de los míos. Todavía necesito ver tu sonrisa para poder sonreír yo también. Todavía sueño contigo y con tus abrazos. Todavía no lo he superado, todavía espero a que vuelvas, y pasan los días, y cada vez que no te veo, me olvido un poquito de ti, una cosa mínima, que si hubieras desaparecido completamente de mi vida, te habrías convertido en el más precioso recuerdo; pero no, te voy a seguir viendo, durante mucho tiempo, y eso dificulta el proceso de olvido.

martes, 10 de abril de 2012

Porque imbéciles hay muchos, ¿pero como él? NINGUNO.
Él es un chulo que se le ha subido la chulería a la cabeza porque tiene a casi todas las que quiera detrás. Porque se cree que es el mejor en todo, y en realidad no hace más que cagarla. Porque solo piensa en si mismo, en pasarlo bien, divertirse, no piensa en lo que pasará por la mañana. Porque él no piensa en los corazones rotos que deja por el camino, solo importa él. Porque es el que mejor anda, habla, juega a fútbol, baila...
¿Te mira? Enamorada. ¿Te abraza? Enamorada. ¿Te sonríe? Enamorada. ¿Te besa? Perdídamente enamorada. Así es como funciona, como funcionas tú con él cerca. No hay remedio.

Y a pesar de lo imbécil, cabrón, creído que es, yo estoy aquí contando sus defectos, mientras cada vez me enamoro más. Y no me queda más remedio que pensar si acaso la imbécil no soy yo, o es que esto es normal, que me temo que no.

domingo, 8 de abril de 2012

¿Lo más triste que conozco? Cuando se acaba el amor. Cuando ya no sientes las mismas cosquillas que sentías antes; cuando ya no sonríes en cuanto escuchas su voz, oyes su nombre; cuando os abrazáis y ya no te sientes tan a salvo como lo hacías antes. Cuando el amor se vuelve una rutina, ya no hay mucho más que hacer. Hay que afrontarlo, aceptarlo. ¿Duele? Por supuesto. Por eso no hay que caer en la rutina, ya lo sé, es fácil decirlo, pero hay que hacer un esfuerzo por intentarlo.
Tenerte a tres metros y distinguirte sin ninguna duda. 
Tenerte a dos metros y medio y ver tu sonrisa y sin darme cuenta ya tener yo una en la cara. 
Tenerte a dos metros y ponerme a temblar y a reírme sin ningún motivo. 
Tenerte a metro y medio y mirarte disimuladamente sin que te des cuenta. 
Tenerte a un metro y echar a correr hacia ti.
Tenerte a medio metro y pararme en seco para acercarme despacio. 
Tenerte a unos pocos centímetros y no ser capaz de abrazarte y decirte lo que te quiero.

Fuente: http://www.californiandoll.blogspot.com.es/
¿Sabías que tus besos han creado cierta adicción en mi? Si, algo así como un vicio, como eso de fumar tabaco, o cualquier otro de menor importancia. Eso no es bueno. Antes, cuando te tenía era perfecto, ¿pero ahora? Ahora que ya no estás, ¿qué? Es lo mismo que con el tabaco, todo perfecto hasta que se te acaba la paga o tienes un cáncer de pulmón. Tendré que desintoxicarme de alguna forma...todavía no han inventado ni parches ni nada parecido, ¿no? Entonces tendré que utilizar eso que se llama tiempo, mucho tiempo. Me va a costar, que lo sepas, porque estoy obsesionada hasta tal punto que si cierro los ojos y me concentro un poco, todavía puedo sentir tus labios sobre los míos. 

viernes, 6 de abril de 2012

Solo quiere bailar, una noche más. Ella siempre fue diferente de todas las demás. Su vida no fue fácil, pero nada pudo parar. Fiel amiga, ella es sincera, ella te sabe amar, y se pasa la noche bailando, bailando, bailando.
En la discoteca, hace lo que quiera, nadie la controla, ella está soltera, le gusta la fiesta, el ritmo la lleva, trata de vivir la vida a su manera.
Un día de repente cambió y ahora no cree en el amor, de todo tuvo la culpa el hombre que rompió su corazón.Ya no busca su príncipe azul que de niña soñó porque ella...solo quiere bailar, una noche más, solo quiere bailar, una noche más.
No, niña tu puedes, no pierdas el control, que le jodan a ese hombre, no te amó, que la vida sigue. 
Vive, vive, que la vida no se pare y sigue, sigue, si le ves acércate, y dile, dile que sin él estás mejor, que ya no quieres su amor, que de ti se olvide.

http://www.youtube.com/watch?v=Sjeglqk8X9U
Mis labios se han vuelto desobedientes desde que te has ido, y eso que hace ya muchísimo tiempo que desapareciste de mi vida. Yo intento volver a encontrar a alguien a quien amar, alguien que se pueda igualar a ti, o incluso superarte, pero cada vez que mis labios se juntan con ese alguien, NO CONSIGO SENTIR NADA, absolutamente nada. Ni una mariposa fugitiva, ni un mínimo escalofrío. Tal vez no sea culpa de mis labios, tal vez sea culpa de los tuyos, que enamoraron a los míos hasta el punto de que ahora se niegan a sentir y besar bien a otros que no sean los tuyos.