Seguidores♥

lunes, 30 de abril de 2012

Cuando mi única preocupación era que mi castillo de arena fuera el mejor, cuando no pensaba en nada, solo hacía mis deberes, mis sumas, restas, multiplicaciones, y divisiones. Cuando aprendí a leer y todo lo que me costó. Cuando las tardes se trataban de estar en el parque jugando con mis amigas, imaginando mil y una historias, cuando los únicos nervios que sentía eran porque no sabía lo que me iba a regalar 'Papá Noel', o qué me iban a regalar por mi cumpleaños. Cuando las únicas penas que sentía era porque no me compraban algo, o no querían jugar conmigo. No esto, nadie me enseñó que la vida se iría complicando, que las sumas y restas se convertirían en ecuaciones, razones trigonométricas y funciones. Que las tardes de juegos con mis amigas se convertirían en tardes estudiando. Que los nervios no solo serían causados por exámenes, sino también por tíos, si, esos niños que me estiraban del pelo y me hacían rabiar cuando era pequeña. Que no me pondría triste porque no me regalaran algo, sino por perder a personas importantes en mi vida, o simplemente que me empiecen a ignorar. No me advirtieron de nada de esto, por eso ahora no paro de tropezar con piedras y más piedras. Lo que daría yo por volver a esa época de felicidad e ignorancia.